jueves, 20 de febrero de 2014

Escuchando a Leiva se me ocurre empezar a escribir. Mucho ha pasado desde aquella sonrisa de Amelie. El otro día pensando que hace mucho tiempo que ya no me escribías esas entradas en el blog, y hoy me he dicho, por qué no la escribo yo.

Leiva, Extremo, The cure... La mayoría no saben hablar de nosotros porque nunca han vivido lo que tenemos nosotros. 3 años y unos pocos meses más. Hemos pasado lo nuestro, pero siempre acaba arreglándose, porque no hay forma de separarnos.  Cádiz y Málaga, Ingeniería y Medicina. Qué bien parece que funciona la mezcla.

Sé que a veces no soy fácil, y estoy en ello. Según Carolina estoy tan obsesionada con lo que perdí que no tengo en cuenta lo que sí tengo. Puede ser. No es fácil estar en mi cabeza. Lo único que tengo claro es que te quiero, me haces querer un poco a la vida, aferrarme a ella cuando todo se ve negro. Tú eres mi casa, da igual dónde y que hagamos. Juntos creamos nuestra casa. Yo prometo limpiar el baño y volverte loco con mi desorden. Tú prometes dejarme espacio y ordenar mis zapatos. Prométeme que cada momento es especial, te lo prometo yo.

Feliz cumpleaños mi vida, tenemos unos días para compartir lo que nos quedaba, la edad. Promete ser más difícil y yo prometeré ser más fácil. Apple contra Microsoft, Leiva contra Rubén, Málaga contra Cádiz, fiesta contra sofá y mantita. Nunca un término medio, no es divertido, no somos nosotros.

Te deseo muchísimos años más y voy a intentar estar contigo el resto de mi vida. Te quiero